lunes, 5 de septiembre de 2016

Mi hijo no tiene apetito

Los niños en edades de preescolar y escolar pueden presentar una disminución del apetito y falta de interés por probar nuevos alimentos. Entonces, como madre seguro te preguntas: ¿Cómo lograr buenos hábitos de alimentación? Esta situación es normal, ya que en esta etapa el crecimiento no es tan acelerado como durante el primer año de vida o en la adolescencia. Además, los niños pasan la mayor parte del tiempo jugando y descubriendo su mundo, lo que genera que la hora de la comida no sea tan divertida como el resto del día. Sin embargo, es muy importante que desarrollen buenos hábitos de alimentación. Es necesario poner en la mesa y ofrecer a los niños diferentes tipos de alimentos saludables, además de mostrarles que, como padres, también los comen y disfrutan. Por ello, te brindo algunas sugerencias para lograr que los niños coman de todo, lo cual sirve además para fomentar buenos hábitos de alimentación que perduren toda su vida: 1. Aprovechar el hambre Cuando los niños tienen hambre, es mucho más probable que coman todo lo que se les ofrezca, por esto, en el momento que tienen hambre deben empezar a comer los alimentos a los cuales no están acostumbrados o que dicen no gustarles 2. Pruebas constantes de nuevos alimentos Para que un niño acepte un alimento nuevo es necesario que lo pruebe en múltiples ocasiones, en diferentes días y servido de formas diferentes. Varios estudios revelan que las preferencias alimenticias de los niños están fuertemente ligadas al número de veces que se les expone a ellos, así como a la persistencia por parte de los padres a presentar la comida que los niños rechazan. Es posible que sea necesario poner de 10 a 15 veces un alimento diferente antes de que se acostumbre a comerlo o que llegue, incluso, a probarlo. 3. Juntos a comprar alimentos y en la cocina Cuando se compren los alimentos, invita a los niños, enséñalos y déjalos tocar, oler y escoger la fruta y la verdura. Si ya saben leer, enseñar a revisar la fecha de vencimiento. En la cocina, dejar que ayuden con alguna actividad sin riesgo. A la hora de comer pueden ayudar a lavar los alimentos. 4. Que pasen desapercibidos o combinarlos Otra muy buena manera de hacer que los niños coman alimentos que no aceptan es hacer que éstos pasen desapercibidos. Puedes mezclarlos con alimentos que les gusten. Pueden ser los vegetales en guisados, es decir con carne o pollo en salsa. 5. Fomentar la elección Para la comida o cena, es fundamental preguntar al niño cuál de las dos opciones de verduras que tengas preparadas prefiere. Con ello se logra que el niño sienta que su opinión cuenta y se crean los buenos hábitos. También resulta ser una pista para los padres a la hora de saber qué es lo que más le gusta y aprovechar la ocasión para introducir nuevas recetas. No siempre los niños son receptivos a comer y a probar los nuevos sabores y texturas. Dicen que nos les gusta o que les da asco. Así que se está frente al reto para conseguir que coman sin rechazar y sin que la comida se convierta en una lucha de poder. Poco a poco ellos van refinando el paladar y aceptando nuevos alimentos y comidas, lo esencial es nunca obligarlos a comer, el momento de la comida debe ser placentero y armónico

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